Ir al Artículo: Síndrome del BOREOUT en el trabajo

 

Queridos Jefes del mundo, uniros! Pero no para propagar el descontento laboral allá por donde pasen, convirtiéndolo en algo habitual, sino para conseguir que vuestros empleados (y vosotros, de paso) acudáis cada día a trabajar con una sonrisa. No sería un mal lema, no. La realidad es bien distinta.

 

Existen múltiples síntomas que se manifiestan en el rol de un mal “Jefe”: Sobrecarga de trabajo, soportar su mal humor o su incapacidad, generar a posta un mal ambiente entre compañeros, pagar un sueldo poco menos que tercermundista, etc. Podríamos llenar páginas y páginas de síntomas que tiene un mal “Jefe” (otro día hablaré también del mal “empleado”, que haberlos los hay, por supuesto).

 

Gestionar en su justa medida y forma las emociones en las personas nunca diré que sea tarea fácil y menos para alguien que tiene que “dirigir” (que no “mandar”) a un grupo de personas. Nos cuesta reconocer/asumir la verdadera autoconciencia de cada uno y hacer autocrítica de nuestro interior (Nuestro YO), reconocer nuestros errores, nuestros defectos, nuestras manías.

Por qué nos cuesta tanto reconocerlo? Posiblemente sea porque no nos guste lo que hay en nuestro interior. Pero no por ello creo que debamos intentar esquivarlo durante toda nuestra vida. Admitámoslo! Nadie es perfecto y todos tenemos ese otro yo que nos acompaña durante toda nuestra vida. A veces, nos ayuda y otras nos hace la vida imposible.

 

Para las veces que ese Yo interno NO quiere echarnos un cable pensemos que estamos haciéndole la vida difícil también a todos los que nos rodean: Familia, amigos, empleados, etc y por ende, a nosotros mismos.

 

Hay casos flagrantes de relación Empleado/Jefe que acaban pleiteándose en los Juzgados cuando la “convivencia” se hace imposible. Pero también aparecen otros síntomas en los trabajadores como el denominado síndrome BOREOUT, aquel que buscar “aburrir” al trabajador. Sí, lo han leído bien, aburrir, dejar de lado, pasar del empleado, arrinconarlo, hacerle sentir poco o nada importante, etc. 

 

Quitándole responsabilidades y dejándolo de lado tanto de tareas laborales como incluso privarle de amistad con otros compañeros (o hacerle el vacío ellos) para que su soledad sea cada vez más y más insoportable. El final está claro: Psicólogo, baja laboral o pleito. 

 

La cuestión que me ronda por la cabeza es la misma siempre: Estamos los humanos predispuestos desde nuestro nacimiento a trabajar? A quién le gusta verdaderamente trabajar ? Qué ocurriría si no trabajásemos? Por qué se aísla a un compañero de trabajo? Qué motivos lleva a la gente a dejar de lado a alguien? Quiénes están verdaderamente enfermos: Los que aíslan o el que se siente desolado y abandonado? 

 

Cuan difíciles son las relaciones entre personas!! En la vida, en la familia, en el trabajo, con los amigos,…. la raza humana a busca históricamente una “Selección” natural en sus compañeros de viaje. Quizás siga siendo el mismo motivo: La supervivencia de la especie.