Soy de la opinión de revelarme a la hora de celebrar tan "pedorro" evento. Me van a perdonar los más puristas, pero es que siguiendo las modas o costumbres, al final estaríamos todos los días celebrando algo o tendríamos algo que celebrar. Especialmente este día lo considero una "demostración" inocua en cuanto a su verdadero motivo, que me inclino lógicamente que es el puramente comercial. Restaurantes llenos a menús desorbitados, tiendas especializadas en ventas y compras de cualquier regalo que sirva de excusa a los maridos y esposas olvidadizos de conservar ese llamita llamada "amor", compras, compras y más compras que buscan en este día que se les quiera más que cualquier otro día del año...bla, bla, bla......tonterías.
El día de San Valentín creo que es otro invento más para que las máquinas registradoras de las tiendas echen humo y creo no andar mal encaminado. Éste día al igual que otros parecidos no vienen a demostrarnos nada más ingenuo que vaciarnos los bolsillos de dinero. Las flores y los bombones dan paso al ocio, la moda y la tecnología. Y parece ser que esta última opción, la tecnología, viene a sustituir a los ya habituales regalos para este día.
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